Aléjate de mi césped!!

Clint Eastwood es ya un maestro consagrado en el mundo del celuloide. Su evolución es notoria, considerando sus excelentes recientes películas, mezclas sutiles de una crítica sincera y necesaria al sistema norteamericano.

Sin atisbos de exageración puedo afirmar que sus producciones saben comunicar los sentimientos de personajes tan disímiles que frecuentan sus continuos trabajos con una armoniosa combinación de humor inteligente y dramatismo necesario pero jamás exagerado.

Gran Torino, película que acabo de disfrutar, pues otro adjetivo no es posible, nos recuerdo a un personaje antiguo y entrañable: Harry el sucio; sin embargo no resucita al añejo personaje excepto quizá en tonalidades de personalidad que es imposible no desligarlas fácilmente. Pero esa similitud queda ahí.

Walt Kowalski, es un ex combatiente de la guerra de Corea, jubilado y recientemente viudo, racista en extremo y para comprobar que nadie es perfecto, cascarrabias a no más poder.

Será un fustrado intento de robo de su preciado Torino el punto de partida para relacionarse con los “amarillos” que han invadido su apacible vecindario y que irónicamente le llevará a dejar de lado antiguos prejuicios para dar rienda suelta a un personaje que pese seguir expresando lo que piensa, no pierde sus convicciones e ideales en un mundo cambiante y que a veces le resulta extraño.

Kowalski deberá hacer frente a la delincuencia que ronda su pintoresco vecindario, aunque para ello deba de valerse de acciones poco ortodoxas pero bastante peculiares.

Precisamente estas acciones van contra toda lógica del espectador permitiendo un giro interesante llegado el momento más emotivo e importante de la película, que le brinda un toque único de sabiduría y madurez que pocos directores han logrado enmarcar tan espléndidamente en sus producciones.

Eastwood no sólo es un magnífico director sino también un excelente actor, eso se comprueba a lo largo de la película. El elenco, pese a ser en su mayoría, por no decir en su totalidad, desconocido cumple a cabalidad su cometido.

Una vez más Eastwood gratamente sorprende, no podíamos esperar algo menos de él.

Pese a propios rumores que amenazan con un retiro de la actuación, esperemos que sólo sean eso. Y por supuesto, aguardamos más gratas sorpresas de este notable director y actor.

PD: Noten la canción al final de la película, marco perfecto para los créditos finales.

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